Después de bastante tiempo con el blog aparcado, retomamos los viajes por nuestra hermosa Península buscando rincones de lo mas variado.
Para comenzar vaya por delante un post algo mas completo que el anterior sobre el sur de la provincia de Alicante, concretamente la costa de Pilar de la Horadada, que esconde rincones tan bonitos como desconocidos. Arriba una imagen del puerto de la localidad de Torre de la Horadada. Y abajo parte de su bonito y tranquilo paseo marítimo.
Vista de la costa entre Mil Palmeras y cabo Roig por donde transcurre una atractiva ruta costera.
Parte de la ruta pasando Dehesa de Campoamor y con el puerto de Cabo Roig al fondo.
Otra vista del paseo de Torre de la Horadada.
Pasarela encima de la playa en plena ruta costera.
Parte dela costa ya cerca de La Zenia. Toda la zona esta plagada de urbanizaciones costeras muy bonitas.
Una vista de la urbanización Mil Palmeras, buen lugar para alojarse. Es una urbanización tranquila para pasar unos días relajados y desde donde planificar buenas excursiones tanto por alicante como por la vecina Murcia, La Manga esta a muy pocos kilómetros.
Varias vistas de la costa. Merece la pena visitar esta zona huyendo un poco de lo mas típico y quizá mucho mas masificado. De todas formas si se quiere mas ambiente a escasos trece kilómetros esta la animada Torrevieja. Que no va a ser todo relax.
RINCONES DE VIAJE
5 dic 2016
23 sept 2014
RUTA POR HUELVA
Hace ya un tiempo que no publico nada en el blog y para retomar la actividad propongo una ruta por la provincia de Huelva, o al menos una pequeña parte de ella. Este fue el destino de las pasadas vacaciones estivales, mas concretamente la zona de Isla Canela de la cual ya describí sus encantos en su momento, motivo mas que suficiente para repetir. Pero para no cansar prefiero proponer una ruta que combina interior y costa y que transcurre por lugares de sobra conocidos.
Tomando como punto de partida Ayamonte salimos hacia la autovía en dirección Sevilla. Pasando la localidad de Niebla, la siguiente salida de la autovía desemboca en la carretera que nos lleva directamente a Almonte y el nombrado pueblo de El Rocío.
Aquí hacemos la primera parada para visitar esta peculiar población famosa por su Virgen del Rocío y presidida por la ermita del mismo nombre.
Casitas bajas encaladas, calles y plazas cuyo pavimento es arena y su integración en el parque de Doñana hacen de este lugar algo verdaderamente único. Paseando por sus calles podemos ver multitud de tiendas de recuerdos, de aperos para la monta y una buena oferta de restauración, así como contemplar el paisaje de Doñana. Hay una buena vista en las inmediaciones de la Ermita del Rocío.
Dejamos esta población y volvemos a retomar la carretera en dirección Matalascañas, podemos visitar esta localidad costera o continuar en dirección Mazagon atravesando el parque de Doñana y bordeando el paraje dunar de Matalascañas.
Desde Mazagon podemos continuar por la carretera autonómica 494 en dirección a Palos de la Frontera, hasta el pueblo de Moguer, cuna del famoso escritor Juan Ramón Jiménez.
En Moguer encontraremos muchísimas referencias al escritor, desde su casa natal hasta una estatua de su famoso burro Platero.
Una vez visitado Moguer seguimos por esta carretera comarcal hasta San Juan del Puerto y aquí ya podemos enlazar con la autovía que nos llevara de regreso a Ayamonte.
Esta ruta de carretera es sumamente agradable ya que la mayoría transcurre por el parque de Doñana, bordeando la costa de Huelva y durante la misma podemos hacer paradas y visitar las localidades antes nombradas, para descubrir los encantos que se esconden en cada una de ellas.
Pero que mejor forma de describir esta ruta mostrando una pequeña parte de esos lugares que visitamos. Sirva solo como humilde muestra porque en realidad hay muchísimos mas lugares que descubrir en esta ruta, pero claro que mejor forma de descubrirlos que poniéndose en ruta. Esto simplemente es, para abrir boca.
Aquí van una serie de imágenes de la aldea de El Rocío y Moguer.
Calle principal de la aldea.
Vista de una de sus plazas
Puerta principal de la famosa Ermita del Rocío
Rodeados del parque de Doñana
Otra vista de los alrededores de la aldea.
Una bonita estampa con los caballos al fondo.
La ermita desde otra perspectiva. Tiene una estampa imponente.
Una plaza de Moguer presidida por la estatua de Juan Ramón Jiménez.
Una bonita calle de Moguer
También hay sitio para el famosísimo Platero. Y este curioso amigo ¿será real?
Tomando como punto de partida Ayamonte salimos hacia la autovía en dirección Sevilla. Pasando la localidad de Niebla, la siguiente salida de la autovía desemboca en la carretera que nos lleva directamente a Almonte y el nombrado pueblo de El Rocío.
Aquí hacemos la primera parada para visitar esta peculiar población famosa por su Virgen del Rocío y presidida por la ermita del mismo nombre.
Casitas bajas encaladas, calles y plazas cuyo pavimento es arena y su integración en el parque de Doñana hacen de este lugar algo verdaderamente único. Paseando por sus calles podemos ver multitud de tiendas de recuerdos, de aperos para la monta y una buena oferta de restauración, así como contemplar el paisaje de Doñana. Hay una buena vista en las inmediaciones de la Ermita del Rocío.
Dejamos esta población y volvemos a retomar la carretera en dirección Matalascañas, podemos visitar esta localidad costera o continuar en dirección Mazagon atravesando el parque de Doñana y bordeando el paraje dunar de Matalascañas.
Desde Mazagon podemos continuar por la carretera autonómica 494 en dirección a Palos de la Frontera, hasta el pueblo de Moguer, cuna del famoso escritor Juan Ramón Jiménez.
En Moguer encontraremos muchísimas referencias al escritor, desde su casa natal hasta una estatua de su famoso burro Platero.
Una vez visitado Moguer seguimos por esta carretera comarcal hasta San Juan del Puerto y aquí ya podemos enlazar con la autovía que nos llevara de regreso a Ayamonte.
Esta ruta de carretera es sumamente agradable ya que la mayoría transcurre por el parque de Doñana, bordeando la costa de Huelva y durante la misma podemos hacer paradas y visitar las localidades antes nombradas, para descubrir los encantos que se esconden en cada una de ellas.
Pero que mejor forma de describir esta ruta mostrando una pequeña parte de esos lugares que visitamos. Sirva solo como humilde muestra porque en realidad hay muchísimos mas lugares que descubrir en esta ruta, pero claro que mejor forma de descubrirlos que poniéndose en ruta. Esto simplemente es, para abrir boca.
Aquí van una serie de imágenes de la aldea de El Rocío y Moguer.
Calle principal de la aldea.
Vista de una de sus plazas
Puerta principal de la famosa Ermita del Rocío
Rodeados del parque de Doñana
Una bonita estampa con los caballos al fondo.
La ermita desde otra perspectiva. Tiene una estampa imponente.
Una plaza de Moguer presidida por la estatua de Juan Ramón Jiménez.
Una bonita calle de Moguer
También hay sitio para el famosísimo Platero. Y este curioso amigo ¿será real?
19 nov 2013
PASEANDO POR MADRID
Que se puede decir de Madrid que no se sepa ya. Lo que si es seguro, es que Madrid es una ciudad para recorrerla con calma, para disfrutarla con avidez y mezclarse entre foráneos y oriundos. Aquí todos podemos pasar desapercibidos. Quizá sea ese uno de atractivos, bueno uno de tantos, porque es bien sabido que Madrid tiene mucho mas.
Cuidad cosmopolita por excelencia, sabe conjugar la modernidad con lo mas tradicional a partes iguales, y esto solo lo podemos descubrir dejándonos llevar por sus calles, pateándolas y recreándonos en cada esquina con algo nuevo y sorprendente.
La oferta cultural es enorme, museos, teatros, cines, musicales... y todo cuanto podamos imaginar, son sin duda complementos ideales para nuestra visita. Pero hay otra opción y esta es simplemente eso, callejear, acoplarse a los ríos de gente que transita constante por sus calles y disfrutar relajadamente de una ciudad nerviosa y vigorosa donde todo pasa en un segundo.
Quizá la calle mas conocida y transitada sea la afamada Gran Vía, que transcurre desde la calle de la Princesa hasta la archiconocida Plaza de Cibeles, como si fuese una columna vertebral que sujeta el resto de la ciudad. A partir de esta famosa y concurrida calle proponemos un recorrido que a bien seguro no dejara indiferente a nadie.
Comenzamos.
Podemos empezar recorriendo la Gran Vía donde observaremos multitud de edificios de altura abrumadora y arquitectura modernista, muchos de ellos reconvertidos en magníficos hoteles, otros en edificios públicos o privados pero todos con esa impronta señorial de otros tiempos. Aquí tenemos de todo, probablemente la mayor concentración de teatros, cines, tiendas, locales de ocio, es decir todo para satisfacer nuestras expectativas.
Hay que hacer parada obligatoria en la Plaza de Callao, cruce de las animadas calles Preciados y del Carmen y que esta presidida por las enormes pantallas exteriores del cine Callao. Ya que estamos aquí un buen plan seria ver una película en este famoso cine, donde quizá lo de menos sea la propia película. Esto es la esencia del cine, de los que de verdad aman el cine y proponen una experiencia de antaño porque probablemente queden ya pocos cines como ese, donde sin renunciar a la modernidad conservan la tradición. De hecho en los tiempos que corren donde los cines tradicionales cierran en favor de las multisalas ubicadas en fríos centros comerciales, aquí aun te acompaña el acomodador a tu butaca, además con una exquisitez y amabilidad propia de otros tiempos, y repito en un ambiente tradicional de cine de toda la vida pero sin renunciar a las mas modernas tecnologías. En fin, aquí la película gusta mas y las palomitas saben mejor.
Pero sigamos nuestro paseo en dirección a la Plaza de la Cibeles y una vez allí después de rendir pleitesía a su diosa continuaremos por el Paseo del Prado, zona de museos por excelencia, siendo el mas significativo el mundialmente conocido Museo del Prado. Pero hoy no va la visita de museos, lo dejaremos como una buena excusa para volver, así que continuamos por el paseo hasta encontrar la transitada calle Huertas, en pleno barrio de las letras en donde cada cierto tramo podemos ver citas de afamados escritores impresas en el pavimento, como si quisiera dirigir nuestros pasos hasta algo desconocido. Esta es la típica calle que atesora esos locales típicos y con solera que bien merecen una visita para hacer un descanso y tomarse un buen vermut acompañada de una suculenta tapa en uno de sus locales centenarios quizá frecuentados tiempo atrás por esos famosos escritoras que nos guían con sus citas.
Seguimos en la calle Huertas hasta la animadísima Plaza del Ángel. Desde aquí podemos aprovechar para desviarnos por la calle Conde de Romanones y Duque de Alba hasta llegar al populoso y tradicional barrio de La Latina. Aquí se celebra los domingos el famoso rastro. Quizá no se pueda describir en todo su esplendor, hay que visitarlo y dejarse llevar por la enorme riada de gente que transita por el mercado y curiosear por los innumerables puestos donde podemos encontrar prácticamente de todo.
Una vez recorrido este típico barrio podemos volver sobre nuestros pasos o seguir por la Cava Baja y la calle Cuchilleros. De una forma u otra desembocaremos en la Plaza Mayor, centro de reunión por excelencia de turistas, artistas callejeros y habitantes oriundos de Madrid, que hacen de esta plaza uno de los centros mas animados. Podemos aprovechar para hacer un descanso en una de sus múltiples terrazas o reponer fuerzas en alguno de sus muchos restaurantes refugiados al abrigo de sus soportales, o por que no, curiosear en alguno de sus tradicionales comercios.
Una vez descansados y repuestos de nuestro paseo seguimos en dirección a la Plaza de San Miguel. Aquí encontramos el Mercado de san Miguel, antigua plaza de abastos reconvertida en centro de ocio con locales de copas, tapeo, repostería y también algún puesto de venta de pescados y mariscos. Los precios no son precisamente baratos, pero es interesante aunque sea darse una vuelta por este curioso mercado.
Continuamos bajando por la Calle Mayor y pasando por la Plaza de la Villa vislumbramos la enorme mole del Palacio Real escoltado por la Catedral de la Almudena. Justo enfrente la Plaza de Oriente. Estamos en el barrio de Opera.
Siguiendo por la calle Bailen llegamos a la Plaza de España presidida por el monumento a Cervantes.
Esta es una animada plaza donde podemos relajarnos viendo lo que nos ofrecen en al mercadillo que se encuentra en la misma. Una vez aquí merece la pena desviarse por la calle Ferraz para visitar el Templo de Debod. Un trocito de Egipto en la capital.
Volviendo sobre nuestro pasos y pasando de nuevo por la Plaza de España desembocamos de nuevo en la sempiterna Gran Vía, justo enfrente del majestuoso edificio telefónica y la torre de Madrid siguiendo hasta Callao. Desde aquí bajamos por la populosa y calle Preciados, zona comercial por excelencia hasta la conocidísima Puerta del sol y su kilometro 0.
La Puerta del Sol quizá merezca un capitulo aparte. En la confluencia de las calles Alcalá, Montera, Mayor, Arenal, Carretas y la ya nombrada Preciados, la Puerta del sol es un constante hervidero de gente, centro de reunión de artistas callejeros y viandantes de toda índole y condición. da la sensación de que todo el mundo esta allí viviendo una nochevieja eterna. Es sin duda, el centro de todo.
Hay que recorrer las calles de alrededor plagadas de tiendas y bares tradicionales en perfecta simbiosis con los mas modernos. La oferta es enorme. No hay que perder a oportunidad de probar el tradicional bocata de calamares en alguno de sus típicos bares, no os defraudara.
Que duda cabe. Madrid es mas, mucho mas. Nos quedan aun muchos paseos por delante. Este no es mas que una humilde y pequeña muestra de la percepción durante uno de ellos. Pero como ya se apunto anteriormente, siempre hay que tener un motivo para volver, quedan muchos rincones por descubrir y otras tantas experiencias que vivir.
Lo que es seguro es que volveremos.
Cuidad cosmopolita por excelencia, sabe conjugar la modernidad con lo mas tradicional a partes iguales, y esto solo lo podemos descubrir dejándonos llevar por sus calles, pateándolas y recreándonos en cada esquina con algo nuevo y sorprendente.
La oferta cultural es enorme, museos, teatros, cines, musicales... y todo cuanto podamos imaginar, son sin duda complementos ideales para nuestra visita. Pero hay otra opción y esta es simplemente eso, callejear, acoplarse a los ríos de gente que transita constante por sus calles y disfrutar relajadamente de una ciudad nerviosa y vigorosa donde todo pasa en un segundo.
Quizá la calle mas conocida y transitada sea la afamada Gran Vía, que transcurre desde la calle de la Princesa hasta la archiconocida Plaza de Cibeles, como si fuese una columna vertebral que sujeta el resto de la ciudad. A partir de esta famosa y concurrida calle proponemos un recorrido que a bien seguro no dejara indiferente a nadie.
Comenzamos.
Podemos empezar recorriendo la Gran Vía donde observaremos multitud de edificios de altura abrumadora y arquitectura modernista, muchos de ellos reconvertidos en magníficos hoteles, otros en edificios públicos o privados pero todos con esa impronta señorial de otros tiempos. Aquí tenemos de todo, probablemente la mayor concentración de teatros, cines, tiendas, locales de ocio, es decir todo para satisfacer nuestras expectativas.
Hay que hacer parada obligatoria en la Plaza de Callao, cruce de las animadas calles Preciados y del Carmen y que esta presidida por las enormes pantallas exteriores del cine Callao. Ya que estamos aquí un buen plan seria ver una película en este famoso cine, donde quizá lo de menos sea la propia película. Esto es la esencia del cine, de los que de verdad aman el cine y proponen una experiencia de antaño porque probablemente queden ya pocos cines como ese, donde sin renunciar a la modernidad conservan la tradición. De hecho en los tiempos que corren donde los cines tradicionales cierran en favor de las multisalas ubicadas en fríos centros comerciales, aquí aun te acompaña el acomodador a tu butaca, además con una exquisitez y amabilidad propia de otros tiempos, y repito en un ambiente tradicional de cine de toda la vida pero sin renunciar a las mas modernas tecnologías. En fin, aquí la película gusta mas y las palomitas saben mejor.
Pero sigamos nuestro paseo en dirección a la Plaza de la Cibeles y una vez allí después de rendir pleitesía a su diosa continuaremos por el Paseo del Prado, zona de museos por excelencia, siendo el mas significativo el mundialmente conocido Museo del Prado. Pero hoy no va la visita de museos, lo dejaremos como una buena excusa para volver, así que continuamos por el paseo hasta encontrar la transitada calle Huertas, en pleno barrio de las letras en donde cada cierto tramo podemos ver citas de afamados escritores impresas en el pavimento, como si quisiera dirigir nuestros pasos hasta algo desconocido. Esta es la típica calle que atesora esos locales típicos y con solera que bien merecen una visita para hacer un descanso y tomarse un buen vermut acompañada de una suculenta tapa en uno de sus locales centenarios quizá frecuentados tiempo atrás por esos famosos escritoras que nos guían con sus citas.
Seguimos en la calle Huertas hasta la animadísima Plaza del Ángel. Desde aquí podemos aprovechar para desviarnos por la calle Conde de Romanones y Duque de Alba hasta llegar al populoso y tradicional barrio de La Latina. Aquí se celebra los domingos el famoso rastro. Quizá no se pueda describir en todo su esplendor, hay que visitarlo y dejarse llevar por la enorme riada de gente que transita por el mercado y curiosear por los innumerables puestos donde podemos encontrar prácticamente de todo.
Una vez recorrido este típico barrio podemos volver sobre nuestros pasos o seguir por la Cava Baja y la calle Cuchilleros. De una forma u otra desembocaremos en la Plaza Mayor, centro de reunión por excelencia de turistas, artistas callejeros y habitantes oriundos de Madrid, que hacen de esta plaza uno de los centros mas animados. Podemos aprovechar para hacer un descanso en una de sus múltiples terrazas o reponer fuerzas en alguno de sus muchos restaurantes refugiados al abrigo de sus soportales, o por que no, curiosear en alguno de sus tradicionales comercios.
Una vez descansados y repuestos de nuestro paseo seguimos en dirección a la Plaza de San Miguel. Aquí encontramos el Mercado de san Miguel, antigua plaza de abastos reconvertida en centro de ocio con locales de copas, tapeo, repostería y también algún puesto de venta de pescados y mariscos. Los precios no son precisamente baratos, pero es interesante aunque sea darse una vuelta por este curioso mercado.
Continuamos bajando por la Calle Mayor y pasando por la Plaza de la Villa vislumbramos la enorme mole del Palacio Real escoltado por la Catedral de la Almudena. Justo enfrente la Plaza de Oriente. Estamos en el barrio de Opera.
Siguiendo por la calle Bailen llegamos a la Plaza de España presidida por el monumento a Cervantes.
Esta es una animada plaza donde podemos relajarnos viendo lo que nos ofrecen en al mercadillo que se encuentra en la misma. Una vez aquí merece la pena desviarse por la calle Ferraz para visitar el Templo de Debod. Un trocito de Egipto en la capital.
Volviendo sobre nuestro pasos y pasando de nuevo por la Plaza de España desembocamos de nuevo en la sempiterna Gran Vía, justo enfrente del majestuoso edificio telefónica y la torre de Madrid siguiendo hasta Callao. Desde aquí bajamos por la populosa y calle Preciados, zona comercial por excelencia hasta la conocidísima Puerta del sol y su kilometro 0.
La Puerta del Sol quizá merezca un capitulo aparte. En la confluencia de las calles Alcalá, Montera, Mayor, Arenal, Carretas y la ya nombrada Preciados, la Puerta del sol es un constante hervidero de gente, centro de reunión de artistas callejeros y viandantes de toda índole y condición. da la sensación de que todo el mundo esta allí viviendo una nochevieja eterna. Es sin duda, el centro de todo.
Hay que recorrer las calles de alrededor plagadas de tiendas y bares tradicionales en perfecta simbiosis con los mas modernos. La oferta es enorme. No hay que perder a oportunidad de probar el tradicional bocata de calamares en alguno de sus típicos bares, no os defraudara.
Que duda cabe. Madrid es mas, mucho mas. Nos quedan aun muchos paseos por delante. Este no es mas que una humilde y pequeña muestra de la percepción durante uno de ellos. Pero como ya se apunto anteriormente, siempre hay que tener un motivo para volver, quedan muchos rincones por descubrir y otras tantas experiencias que vivir.
Lo que es seguro es que volveremos.
9 ago 2013
RUTA POR EL LEVANTE ALMERIENSE
En esta ocasión propongo una visita al levante almeriense, donde podemos descubrir rincones de gran belleza y observar el gran contraste que se produce entre la aridez del terreno en ocasiones semi desértico y las estupendas playas de agua cristalina y arenas finas, a veces blancas, a veces doradas. Podemos establecernos en la turística localidad de Vera y desde allí planificar las distintas rutas que deseemos hacer. Vera se encuentra muy cerca de la no menos turística Mojacar. La imagen de arriba esta tomada desde una plaza en lo alto del pueblo, digo desde lo alto porque el pueblo de Mojacar esta situado en una montaña. Sus casas ascienden por su ladera hasta llegar a la cima desde donde se domina una gran llanura con montañas al fondo que la protegen de la costa y al mismo tiempo podemos ver el mar. Mojacar es una visita imprescindible dentro de nuestra ruta. Es un pueblo de traza árabe con calles estrechas, casas encaladas y recoletas plazas que enseguida nos cautivaran. No podría recomendar ningún rincón en especial ya que todo es muy bonito asi que armarse de fuerza y ascender por su calle principal hasta la parte alta disfrutando de las vistas, eso si una recomendación, es mejor hacer la visita a ultima hora de la tarde cuando la temperatura es mas amable. Hay que darse cuenta que Mojacar aunque cerca de la costa esta en el interior y con los rigores del verano la temperatura no es tan suave como en la costa.
Seguimos ruta y nos acercamos a lo que yo considero visita imprescindible en Almeria. El Cabo de Gata. Dentro del parque natural del Cabo de Gata descubriremos pueblos y playas que nos dejaran sin aliento, escondidas y rodeadas de esas típico paisaje árido de Almeria.
Recomiendo hacer el recorrido por la carretera de la costa que va desde Mojacar hasta Carboneras. Es una carretera que serpentea por la costa no apta para cardiacos en algunos de sus tramos pero que nos permite disfrutar de unas vistas impresionantes de la costa almeriense, con sus pequeñas calas de difícil acceso, tanto que algunas solo pueden ser alcanzadas por mar. Esta ruta es para disfrutarla tranquilamente y sin prisas que estamos de vacaciones. Poco antes de llegar a Carboneras vemos el famoso hotel del Algarrobico a medio construir colgado en una ladera de la montaña encima de una magnifica playa que aun seria mas magnifica sin esa ciclópea construcción que afea un poco el paisaje, pero bueno ahí sigue.
Llegamos a Carboneras, población turística del Cabo de Gata. Es un pueblo costero de ambiente tranquilo, muy bonito, con su paseo marítimo y una buena playa aunque muy cerca de otra playa magnifica. La playa de los Muertos. Esta playa de piedrilla fina esta en un estado magnifico y para acceder a ella hay que dejar el coche en un aparcamiento cerca de la carretera y bajar caminado un buen trecho por caminos de tierra, así que no llevéis muchos bártulos que luego hay que subir, pero por supuesto la playa merece el esfuerzo, es realmente preciosa.
Seguimos ruta y la carretera abandona la línea costera para seguir por el interior. La siguiente parada es en el pueblo de Aguaamarga. Detrás de este curioso nombre y entre montañas se encuentra un pequeño pueblo costero realmente bonito con sus casitas bajas encaladas y una magnifica playa de arena blanca y fina como se puede ver en las dos fotos anteriores. Este pueblo se recorre enseguida, ya que es pequeño pero apetece quedarse un buen rato contemplando el paisaje.
Desde Aguaamarga nos dirigimos al imprescindible San José, una población en el corazón de la costa del Cabo de Gata que aunque mayor en dimensiones no pierde ni un ápice de ese sabor marinero de la zona. Aquí quizá haya mas turismo pero siempre con ese aire tranquilo que caracteriza la zona.
San José cuenta con una magnifica playa que arena blanca y aguas transparentes.
Desde San José parte una pista de tierra que nos lleva a varias de las verdaderas joyas de Almeria y de esta zona en concreto. Las playas de Monsul , Los Genoveses y Barronal, esta ultima naturista.
Estas imágenes corresponden a la playa de Monsul, quizá a alguno le suene ya que aparecen como escenario natural en muchas películas. Y no es para menos. Aquí podemos observar ese contraste entre la aridez del terreno, la arena blanca de su playa y ese agua cristalina que permite ver el fondo y darte un baño rodeado de peces.
El acceso a estas playas es bastante mas fácil que en la playa de Los Muertos. Después de recorrer un buen trecho por pistas de tierra, eso si, despacito, disponemos de aparcamientos próximos a las playas y controlados por personal autorizado, eso si pagando cinco euros por todo el día, cantidad que pagamos con gusto solo por ver estos paisajes.
El la playa de Monsul se encuentra esta curiosa duna de arena blanca que asciende en un lateral del la playa.
El agua esta impoluta, tiene una transparencia inmejorable y es ideal para la practica del buceo. El paisaje es sobrecogedor todo rodeado de áridas montañas que llegan hasta el mar.
Esta imagen es un ejemplo de la composición del terreno, casi se asemeja a un paisaje lunar. Esta claro que es un paisaje peculiar y distinto pero no por eso menos bonito.
Estas fotos corresponden a la playa de los Genoveses, de idénticas características a la de Monsul que se encuentra a continuación, solo que es mas amplia en extensión. Observar el llamativo color blanco de la ladera de la montaña mas próxima al mar.
Al fondo de esta imagen se ve el camino de tierra que nos lleva a estas magnificas playas con un molino de viento al fondo bastante bien conservado.
De vuelta a San José damos un paseo por por el pueblo de casitas blancas. Cuenta con un paseo que bordea la playa hasta acabar en un pequeño puerto.
La playa como la mayoría de la zona es bastante tranquila aun siendo San José un centro turístico importante en la zona.
De regreso a Vera hacemos otra ruta en sentido contrario. El primer pueblo que encontramos es Villaricos, típico pueblo pequeño de aire marinero con un atractivo paseo que recorre su costa entre los dos puertos que hay en la zona.
Siguiendo una sinuosa carretera que parte desde Villaricos bordeamos la costa hasta llegar a San Juan de los Terreros. De camino podemos ver unas imágenes muy bonitas de la costa.
Como se puede ver no siempre hay sol en Almeria pero así y todo el paisaje no pierde ni un ápice de encanto. Esta imagen corresponde a la ruta entre Villaricos y San Juan de los Terreros.
Volvemos a Vera. Dejamos para el final nuestra base de operaciones. Vera costa se compone de multitud de urbanizaciones y hoteles propios de una localidad eminentemente turística aunque ideal para pasar unas vacaciones relajadas y tranquilas. Dispone de una magnifica playa kilométrica de arenas finas y doradas perfecta para el baño. Hay que tener en cuenta que desde hace mucho Vera es un centro naturista muy importante, por lo que existen numerosas urbanizaciones de este tipo e incluso un hotel, por lo tanto una parte de las urbanizaciones y la playa están dedicadas a esta practica.
En Vera disponemos de todo tipo de servicios, restaurantes, supermercados, bares y los típicos chiringuitos de playa. Este destino es el ideal si lo que se busca es tranquilidad y disfrutar de la playa. Su situación es perfecta para planear visitas como por ejemplo a la próxima Garrucha. Esta es una localidad limítrofe con Vera con un bonito puerto , una paseo marítimo y mucho ambiente.
En fin, quizá lo mas conocido de Almeria sea el llamado poniente almeriense con localidades tan turísticas como Roquetas de Mar o Aguadulce, pero la zona del levante esconde lugares que sorprenderán al viajero. Seguramente quedan muchas cosas en el tintero, motivo por el cual tenemos la excusa perfecta para hacer una visita en persona y en mi caso para volver.
Seguimos ruta y nos acercamos a lo que yo considero visita imprescindible en Almeria. El Cabo de Gata. Dentro del parque natural del Cabo de Gata descubriremos pueblos y playas que nos dejaran sin aliento, escondidas y rodeadas de esas típico paisaje árido de Almeria.
Recomiendo hacer el recorrido por la carretera de la costa que va desde Mojacar hasta Carboneras. Es una carretera que serpentea por la costa no apta para cardiacos en algunos de sus tramos pero que nos permite disfrutar de unas vistas impresionantes de la costa almeriense, con sus pequeñas calas de difícil acceso, tanto que algunas solo pueden ser alcanzadas por mar. Esta ruta es para disfrutarla tranquilamente y sin prisas que estamos de vacaciones. Poco antes de llegar a Carboneras vemos el famoso hotel del Algarrobico a medio construir colgado en una ladera de la montaña encima de una magnifica playa que aun seria mas magnifica sin esa ciclópea construcción que afea un poco el paisaje, pero bueno ahí sigue.
Llegamos a Carboneras, población turística del Cabo de Gata. Es un pueblo costero de ambiente tranquilo, muy bonito, con su paseo marítimo y una buena playa aunque muy cerca de otra playa magnifica. La playa de los Muertos. Esta playa de piedrilla fina esta en un estado magnifico y para acceder a ella hay que dejar el coche en un aparcamiento cerca de la carretera y bajar caminado un buen trecho por caminos de tierra, así que no llevéis muchos bártulos que luego hay que subir, pero por supuesto la playa merece el esfuerzo, es realmente preciosa.
Seguimos ruta y la carretera abandona la línea costera para seguir por el interior. La siguiente parada es en el pueblo de Aguaamarga. Detrás de este curioso nombre y entre montañas se encuentra un pequeño pueblo costero realmente bonito con sus casitas bajas encaladas y una magnifica playa de arena blanca y fina como se puede ver en las dos fotos anteriores. Este pueblo se recorre enseguida, ya que es pequeño pero apetece quedarse un buen rato contemplando el paisaje.
Desde Aguaamarga nos dirigimos al imprescindible San José, una población en el corazón de la costa del Cabo de Gata que aunque mayor en dimensiones no pierde ni un ápice de ese sabor marinero de la zona. Aquí quizá haya mas turismo pero siempre con ese aire tranquilo que caracteriza la zona.
San José cuenta con una magnifica playa que arena blanca y aguas transparentes.
Desde San José parte una pista de tierra que nos lleva a varias de las verdaderas joyas de Almeria y de esta zona en concreto. Las playas de Monsul , Los Genoveses y Barronal, esta ultima naturista.
Estas imágenes corresponden a la playa de Monsul, quizá a alguno le suene ya que aparecen como escenario natural en muchas películas. Y no es para menos. Aquí podemos observar ese contraste entre la aridez del terreno, la arena blanca de su playa y ese agua cristalina que permite ver el fondo y darte un baño rodeado de peces.
El acceso a estas playas es bastante mas fácil que en la playa de Los Muertos. Después de recorrer un buen trecho por pistas de tierra, eso si, despacito, disponemos de aparcamientos próximos a las playas y controlados por personal autorizado, eso si pagando cinco euros por todo el día, cantidad que pagamos con gusto solo por ver estos paisajes.
El la playa de Monsul se encuentra esta curiosa duna de arena blanca que asciende en un lateral del la playa.
El agua esta impoluta, tiene una transparencia inmejorable y es ideal para la practica del buceo. El paisaje es sobrecogedor todo rodeado de áridas montañas que llegan hasta el mar.
Esta imagen es un ejemplo de la composición del terreno, casi se asemeja a un paisaje lunar. Esta claro que es un paisaje peculiar y distinto pero no por eso menos bonito.
Estas fotos corresponden a la playa de los Genoveses, de idénticas características a la de Monsul que se encuentra a continuación, solo que es mas amplia en extensión. Observar el llamativo color blanco de la ladera de la montaña mas próxima al mar.
Al fondo de esta imagen se ve el camino de tierra que nos lleva a estas magnificas playas con un molino de viento al fondo bastante bien conservado.
De vuelta a San José damos un paseo por por el pueblo de casitas blancas. Cuenta con un paseo que bordea la playa hasta acabar en un pequeño puerto.
La playa como la mayoría de la zona es bastante tranquila aun siendo San José un centro turístico importante en la zona.
Siguiendo una sinuosa carretera que parte desde Villaricos bordeamos la costa hasta llegar a San Juan de los Terreros. De camino podemos ver unas imágenes muy bonitas de la costa.
Como se puede ver no siempre hay sol en Almeria pero así y todo el paisaje no pierde ni un ápice de encanto. Esta imagen corresponde a la ruta entre Villaricos y San Juan de los Terreros.
Volvemos a Vera. Dejamos para el final nuestra base de operaciones. Vera costa se compone de multitud de urbanizaciones y hoteles propios de una localidad eminentemente turística aunque ideal para pasar unas vacaciones relajadas y tranquilas. Dispone de una magnifica playa kilométrica de arenas finas y doradas perfecta para el baño. Hay que tener en cuenta que desde hace mucho Vera es un centro naturista muy importante, por lo que existen numerosas urbanizaciones de este tipo e incluso un hotel, por lo tanto una parte de las urbanizaciones y la playa están dedicadas a esta practica.
En Vera disponemos de todo tipo de servicios, restaurantes, supermercados, bares y los típicos chiringuitos de playa. Este destino es el ideal si lo que se busca es tranquilidad y disfrutar de la playa. Su situación es perfecta para planear visitas como por ejemplo a la próxima Garrucha. Esta es una localidad limítrofe con Vera con un bonito puerto , una paseo marítimo y mucho ambiente.
En fin, quizá lo mas conocido de Almeria sea el llamado poniente almeriense con localidades tan turísticas como Roquetas de Mar o Aguadulce, pero la zona del levante esconde lugares que sorprenderán al viajero. Seguramente quedan muchas cosas en el tintero, motivo por el cual tenemos la excusa perfecta para hacer una visita en persona y en mi caso para volver.
18 may 2013
LA LUZ DE LA COSTA DE LA LUZ
Aunque sea evidentemente una redundancia, la luz de la Costa de la Luz es algo realmente espectacular, tanto al amanecer como al anochecer. Como ejemplo aquí van una serie de fotografías que tenia guardadas y que al revisarlas me trajeron a la memoria los días pasados en este caso en la costa de Huelva.
Esta imagen esta tomada desde Punta del Moral y se aprecia el puerto de Isla Cristina al fondo, uno de los puertos pesqueros mas importantes de la zona. A media tarde es una delicia ver pasar los barcos que regresan de faenar llenos de pesca después de una jornada de duro trabajo.
Tanto de día como de noche la luminosidad de esta costa seria la delicia de cualquier aficionado a la fotografía, que por supuesto seria mas afortunado que este que escribe con el resultado de sus fotos, pero de todas formas seria muy difícil resumir en una sola imagen la belleza de esta costa. Así que con toda seguridad lo mejor seria dedicar unos días para conocer esta maravilla de costa que por suerte aun no esta tan masificada como otras zonas.
Esta imagen esta tomada desde Punta del Moral y se aprecia el puerto de Isla Cristina al fondo, uno de los puertos pesqueros mas importantes de la zona. A media tarde es una delicia ver pasar los barcos que regresan de faenar llenos de pesca después de una jornada de duro trabajo.
Tanto de día como de noche la luminosidad de esta costa seria la delicia de cualquier aficionado a la fotografía, que por supuesto seria mas afortunado que este que escribe con el resultado de sus fotos, pero de todas formas seria muy difícil resumir en una sola imagen la belleza de esta costa. Así que con toda seguridad lo mejor seria dedicar unos días para conocer esta maravilla de costa que por suerte aun no esta tan masificada como otras zonas.
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