Toledo, Ciudad Imperial, Ciudad de las tres culturas. Toletum. De todas estas formas es conocida una de las ciudades mas impresionantes de España, tanto por arquitectura, monumentalidad, historia y por que no, misterio. Nadie debería pasar por España sin visitar la Ciudad Imperial, la ciudad donde convivieron las tres culturas mas importantes de la historia de España, la Cristiana, la Judía y la Musulmana. De todas ellas existen vestigios en Toledo y además en un excelente estado de conservacion. Solo hay que callejear por el laberíntico casco antiguo para empaparse de toda la cultura que rezuma Toledo por todos sus poros. De Toledo se dice que fue depositaria y que aun oculta en algún lugar del subsuelo la famosa Mesa de Salomón, que fue traída directamente de Jerusalén por los Caballeros Templarios y que gracias a ello estos alcanzaron cotas inimaginables de poder y riqueza. Pero de momento, habrá que centrarse en la superficie donde sin lugar a dudas, hay suficiente riqueza cultural e histórica para tener un buen empacho.
Para comenzar nuestra visita a Toledo podemos entrar por la Puerta Nueva de Bisagra, que cruzando la antigua nos lleva a la calle Real del Arrabal la cual nos lleva directamente a la Puerta del Sol. Desde aquí y siguiendo la calle llegaremos a la famosa Plaza del Zocodover, llamada así porque en la antiguedad aquí se situaba el Zoco o Mercado donde se comerciaba con toda clase de productos e incluso animales. La Plaza del Zocodover es una buena base para comenzar la visita. En los alrededores de la plaza se encuentran el Museo de Santa Cruz, el convento de la Concepción y el imponente Alcázar, aunque ahora se encuentra cerrado por reformas bien merece una visita. En su interior esta el museo del ejercito y es además academia de infantería.
Si desde la Plaza del Zoco tomamos la calle Comercio, arteria muy populosa llena de establecimientos comerciales, llegaremos a la imponente Catedral. Aquí si que no demos pasar sin entrar a visitarla porque es verdaderamente magnifica,eso si, hay que procurar ir un día que no haya que pagar entrada, por lo menos esa es mi opinión. Yo me niego a pagar una entrada para visitar algo que es patrimonio de la humanidad, es decir, de todos. No obstante comentar de nuevo que la visita merece la pena. Bajando de la Catedral por la calle Santo Tome llegamos al barrio judío con sus magnificas sinagogas. Una de las mas bellas es la Sinagoga del Transito. Ni que decir tiene que aquí podemos ver numerosos talleres de orfebrería y damasquinado. El damasquinado, típico de Toledo, consiste en incrustar finos hilos de oro en piezas como platos, joyas y todo tipo de objetos. Aquí incluso podemos ver como trabajan los maestros artesanos en alguno de los muchos talleres. No debemos pasar por alto la famosa espadería de Toledo, cuyo casco antiguo esta plagado de talleres y comercios donde admirar las míticas espadas Toledanas.
En cada esquina, en cada callejuela mas recóndita nos encontramos con un taller de damasquinado, con una tienda de espadería o con una pastelería con los productos típicos de la repostería toledana heredados de los árabes.
Bajando por la calle del Ángel llegamos a la Puerta del Cambrón, otra de las entradas al casco antiguo de Toledo y siguiendo por la bajada de San Martín llegamos al puente de San Martín que cruza el Tajo. Al lado contrario y cerca del convento de la Concepción esta el Puente de Alcántara que también salva al rió Tajo.
Lo esencial en Toledo es dejarse llevar y callejear por todos los rincones a veces sin rumbo fijo, esperando encontrar a la vuelta de cada esquina algo que nos llame la atención, que seguro que lo habrá. Alguno de sus numerosos conventos, alguna sinagoga, iglesias ,mezquitas, la fastuosa Catedral y su plaza, la casa del Greco donde podemos admirar su famoso cuadro El entierro del Conde Orgaz, museos, el Alcázar o simplemente asomarse a alguno de sus miradores como desde el parque junto a la sinagoga del transito, donde esta un busto de El Greco y admirar las vistas del Tajo y sus alrededores, llamados cigarrales, que no es otra cosa que el campo que rodea Toledo y en donde encontraremos numerosos hoteles donde alojarnos siendo esta una zona tranquila. También es muy recomendable si no imprescindible obsevar Toledo desde alguna parte de los cigarrales, sobre todo de noche, cuando la ciudad esta iluminada y le da un aspecto totalmente distinto a la visión de día. Rezuma belleza por lo cuatro costados y por que no un halo de misterio y algo casi mágico.