13 oct 2011

PASEANDO POR GIBRALTAR

Todos sabemos que Gibraltar y su peñón son una parte muy significativa y típica de nuestra costa, aunque desde hace mucho tiempo es una colonia inglesa. Aun así nunca esta demás darse un paseo por esta zona.
Un consejo a la hora de cruzar la frontera, si es posible no entrar en coche ya que se forman unas colas larguisimas y podemos pasarnos gran parte de la jornada esperando entrar. Lo mejor es dejar el coche en La Linea, cerca de la frontera hay varios parkings, y entrar caminando ya que de esta forma no haremos cola alguna, simplemente presentando el carnet de identidad entramos sin problemas. Después si no nos apetece caminar demasiado podemos coger uno de los autobuses que parte de la frontera, concretamente el numero cinco, que nos deja al final cerca de Maine Street y hacer todo el recorrido a la inversa caminando ya que es un agradable paseo.
Una vez allí podemos optar por visitar el Peñón bien subiendo en un teleferico que nos lleva hasta arriba, pero ojo, aparte de pagar el teleferico también hay que pagar por visitar el peñón, aquí cobran por todo. También podemos alquilar una furgoneta con guia que nos hace todo el recorrido incluida la visita al Peñón por unos veinticinco euros por cabeza, nada barato.
Si no queremos subirnos a las alturas o después de subir es de rigor dar un buen paseo por la antes mencionada Main Street, que es la calle principal donde se concentra todo el ambiente de la zona, repleta de tiendas y cafeterías pero ojo que nadie espere encontrar ninguna ganga, es mas con el tema del cambio de euros a libras podemos encontrar mas de una sorpresa ya que normalmente hacen el cambio como les parece habiendo diferencias de un establecimiento a otro.

Maine Street desemboca en Casemates Square, una pintoresca plaza done se puede visitar un interesante museo del cristal, donde podemos ver como se trabaja el vidrio de la forma mas tradicional. Y desde aquí ya nos podemos dirigir a la frontera eso si atravesando el aeropuerto, siempre teniendo cuidado con los aviones no nos vaya a atropellar porque aunque hay buena señalizacion nunca se sabe, lo mismo que cruzamos las calles en rojo pasamos con la barrera bajada y el susto puede ser mayúsculo que los aviones no tienen bocina.
Bien, pues este es un pequeño relato de la visita a este pequeñito Rincon de la costa Gaditana o ¿Inglesa?, no se quizá mitad y mitad que lio.

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